BLACKTHORN, SIN DESTINO, película que ofrece un "pequeño - gran homenaje" al "western", género al que los cinéfilos de cierta edad, le deben su cariño por el Séptimo Arte.
La excelente interpretación de su protagonista, Sam Shepard (Elegidos para la Gloria, El diario de Noa), hace que el espectador de todas las edades sienta interés por el desarrollo de la historia, no olvidando el papel interpretativo de Eduardo Noriega (El mal ajeno, Tesis), el cuál le da el toque de juventud, convirtiéndose en el puente de unión entre dos generaciones. Los dos persiguen lo mismo, aunque los valores humanos de integridad y justicia son muy distintos.
Su director, Mateo Gil (Nadie conoce a Nadie, Regreso a Moira), guionista Miguel Barros y productor Andrés Santana, han mostrado gran valentía al embarcarse en semejante aventura europea y presentarla en el Festival de Cine de Tribeca (New York), aún sin disponer de los recursos necesarios para igualar los grandes westerns de la época dorada del género.
Localizaciones reales en Bolivia (La Paz, Uyuni y Potosí) nos permiten deleitarnos de una gran fotografía de mano de J.A. Ruíz Anchía que consigue recoger la esencia paisajística del entorno.
La música corre a cargo de Lucio Godoy, compositor argentino que ya nos sorprendió con bandas sonoras tales como la de "Los lunes al sol", "Intacto" o "El lápiz del carpintero".
Resumiendo, muy buen film que nos hace recordar un gran género de nuestro cine más clásico, muestra de ello es, que los dos protagonistas ya se habían dado cita en la gran pantalla en "Dos hombres y un destino".(1969).
BLACK HOLE tendrá el placer de poder entrevistar a uno de sus protagonistas, Eduardo Noriega.
Ahora os dejo con un avance de la película.
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