EL CASO VALLECAS, EXPEDIENTE QUE HA INSPIRADO EL FILM VERÓNICA QUE SE ESTRENA HOY VIERNES EN NUESTRAS SALAS.

En 1992 salió a la luz un informe policial que narraba un caso que tuvo como protagonista un tablero ouija y, la sesión que llevó a cabo Estefanía Gutiérrez Lázaro, una adolescente madrileña vecina del barrio de Vallecas. La chica, tras una sesión de ouija que salió mal, fallece en extrañas circunstancias.

El informe policial que redactó el inspector de policía al cargo, es el primero en España donde queda expresamente por escrito que se sucedieron una serie de violentos fenómenos en el domicilio de la joven, en la calle Luís Marín número 8.

Estefanía, de 16 años y la tercera hija por edad de seis hermanos, inició con unas compañeras una sesión de ouija, juego que se había puesto de moda a principios de la década de los 90. Durante la sesión, en el colegio Aragón del mismo barrio fueron sorprendidas por una profesora. En ese momento, el vaso que estaban utilizando para dicha sesión de volcó y rompió liberando, según las testigos, un humo que Estefanía inhaló sin querer.

Durante los días y semanas posteriores y, teniendo de referencia el testimonio directo de la madre de Estefanía, comienza a tener extrañas convulsiones y visiones de seres alrededor de su cama. Asustados, los padres la llevaron a médicos los que testificaron que no sufría ningún tipo de enfernedad ni mental ni física.

Parecía que ella supiese en todo momento que iba a morir, ya que con su madre y hermanos tuvo conversaciones que así les dejaba saber.

El 14 de julio de 1991 ingresa en el Hospital Gregorio Marañón del que ya no volvería a salir.

Los doctores que la llevaron, sentenciaron que, sin duda su muerte fue súbita y muy sospechosa.

Un día antes de su muerte, Estefanía, en su domicilio, se avalanzó sobre su hermana Marianela de forma muy violenta y, tras el episodio, yació en el suelo inconsciente y vertiendo espuma por la boca.

En ese domicilio, empiezan a sucederse una serie de fenómenos que van de menos a más, la mayor parte de ellos conocidos en el mundo de lo paranormal y bastante habituales como, roturas de vasos, objetos que se mueven solos, apertura y cierre de puertas y luces, etc... pero el más impresionante es el que cuenta Concepción, madre de Estefanía, cuando una fotografía de Estefanía empieza a arder en el salón, sin dañar los objetos de su alrededor.

La policía es testigo de los fenómenos . El padre, Máximo Gutiérrez Palomares, la noche del 27 de noviembre de 1992 tras unos violentos fenómenos que sacudian el domicilio de la familia, se ve obligado a pedir ayuda a los agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de la zona. A la casa acuden el inspector José Negri y 5 agentes de apoyo.
Cuando llegaron al edifico se encontraron a toda la familia esperando en el portal, cosa que les sorprendió bastante. Les preguntaron que estaba pasando, a lo que la familia respondió que estaban siendo acechados por una sombra negra y alta.  Cuando estos suben al domicilio se encuentran con puertas y ventanas que se estan abriendo y cerrando con virulencia y como los crucifijos salen disparados hacia ellos. Además también son testigos de unos arañazos en la pared que parecían hechos con algo similar a tres garras. También furon testigos de algo que parecían babas marrones encima de las mesas y que no pudieron determinar su procedencia.

Todo esto quedó plasmado en un informe policial que vió la luz en noviembre de 1992.