Bienvenidos a la 55 edición del festival de cine fantástico de Catalunya, con todos ustedes, después de 2 años sin cubrir el festival, a causa de la pandemia vuelvo a la carga por estos lugares de pesadillas, acción y fantasía a partes iguales.
Una edición en la que, por circunstancias, no he podido gozar de todas las películas que hubiera querido pero si, de un buen puñado de ellas.
Proseguimos nuestro viaje por el festival del gorila con dos cintas de ciencia ficción, VESPER y AFTER YANG.
Con AFTER YANG, nos introducimos de la mano de Colin Farrell en un futuro próximo, en donde intentará salvar la vida de Yang, un androide niñera, al que consideran parte de la familia.
Kogonada explora las relaciones entre humano y máquina en un ejercicio preciosista en donde no acaba de saber como engarzar un final que se queda al aire, no obstante una película recomendable si eres de los que disfruta del viaje no tanto la resolución.
VESPER en cambio, nos transporta a un futuro distópico en donde la tierra ha colapsado, los animales casi se han extinguido y los humanos luchan por sobrevivir con ayuda de biotecnología.
Un planteamiento ya visto de clases diferenciadas (los que tienen mucho y los que no tienen nada) pero llevado de una manera muy agil y entretenida. Una buena apuesta para pasar un buen rato.
Y de la ciencia ficción, al terror, con un viejo conocido.
Después de triunfar en el pasado festival con VIVARIUM, Lorcan Finnegan, vuelve para presentarnos NOCEBO la historia de una diseñadora de moda, interpretada por Eva Green, la cual sufre una extraña enfermedad. Para superarla recibirá la ayuda de su asistenta filipina.
Una historia que se adentra en el folklore filipino utilizándolo como herramienta de terror, mas bien de corte clásico y en ocasiones, predecible, no obstante, funcional y bien realizado. Eva Green , como siempre hipnótica, se le agradece cualquier escena en la que esté presente.Y para rematar, cerramos el circulo tal y como lo abrimos, con cine español.
El thriller rural, AS BESTAS, después de triunfar en San Sebastián, aterriza en Sitges para dejarnos literalmente sin aliento.
Sorogoyen, espléndido en la dirección, nos ofrece un relato de una intensísima tensión que se perpetua durante todo el metraje, haciéndote participe de la clara hostilidad del medio rural hacia los forasteros y dejándote sin aliento en múltiples ocasiones.
Mención especial para el gran Luis Zahera, que consigue moldear un personaje que consigue aterrarte e intimidarte solo con dos palabras, o una simple mirada.Y con este brevísimos repaso del festival , me despido hasta el año que viene.
Sed buenos y seguid viendo mucho fantástico.
FERRAN QUERALT
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